viernes, 4 de septiembre de 2009

"EL LAICO DISCÍPULO Y MISIONERO DE JESÚS"

INTRODUCCIÓN

En nuestro continente latinoamericano, marcados por agudos problemas de injusticia que se han agravado, los laicos no pueden eximirse de un serio compromiso en la promoción de la justicia y bien común, iluminados siempre por la fe y guiados por el evangelio y por la doctrina social de la Iglesia, pero orientados a la vez por la inteligencia y la actitud para la acción eficaz.
El rol del laico en la misión de la Iglesia, supone una entrega incondicional, para responder a su compromiso adquirido por el bautismo.
En este tema tendrás la oportunidad de conocer los diversos campos de acción que el laico puede desempeñar en la vida y misión de la Iglesia.

Leen y analizan: Mc. 6,7-12

El Término "Laico"
La palabra «laico», es un derivado del término latino “laos” que significa “pueblo”; fue acuñado muy temprano por el cristianismo.
Los Laicos:
“Son fieles cristianos quienes incorporados a Cristo por el bautismo, se integran en el pueblo de Dios y, hechos partícipes a su modo por esta razón de la función sacerdotal, profética y real de Cristo, cada uno según su propia condición, son llamados a desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo” (L.G. Nº 31)
Son “hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia”

La Vocación del Laico en la Iglesia:
“Los laicos tiene como vocación propia el buscar el Reino de Dios ocupándose de las realidades temporales y ordenándolas según Dios… A ellos de manera especial les corresponde iluminar y ordenar todas las realidades temporales, a las que están estrechamente unidos, de tal manera que estas lleguen a ser según Cristo, se desarrollen y sean para alabanza del creador y Redentor” (L.G. Nº 31)
Discípulo:
Es toda persona que asume el compromiso de seguir incondicionalmente Cristo, es aquel que se compromete a ser testigo, anunciador y constructor del Reino de Dios.

Ser disípulo hoy:
Jesús es un maestro muy exigente, ser discípulo significa hacer una opción por su vida y por sus enseñanzas. Esta opción nos exige amar a Dios y amar al prójimo, es decir haciendo el bien, respetando a todos, buscar la solidaridad y la justicia, tener una actitud de servicio a todas las personas, cumplir con todos nuestros deberes en nuestra vida personal, familiar y comunitaria.
Ser discípulo es también rechazar el pecado, el egoísmo, la envidia y ambición, es rechazar el odio y la violencia.
Ser discípulo de Cristo, es continuar su misión. Es decir: evangelizar para la salvación de todas las personas y construir el Reino de Dios.

¿Qué es Misión:
“La misión es la primera acción en la que se basa la evangelización” y tiene su fundamento en Dios mismo quien, habiéndose revelado, instituyó la Iglesia, para que continúe la acción, que el Padre había encomendado a su Hijo, Cristo. Es así, como el anuncio del Reino de Dios, pasa a ser para todos y responsabilidad de todos aquellos que han sido bautizados, siendo testimonio vivo del evangelio, con sus palabras y sus obras, para sí crear comunidades cristianas.
Del concepto misión, podemos decir, hoy en día, que todo lo que puede ser transformado por la acción salvífica del Evangelio, forma parte de ella, es decir, donde encontramos grupos de personas que no conocen a Jesucristo, por el Evangelio hay misión; donde existan comunidades cristianas no maduras, ahí hay misión; donde existan bautizados que han perdido la fe, también hay misión.


Discípulos y misoneros según´Aparecida:
@ “Los discípulos de Jesús reconocemos que Él es el primer y más grande evangelizador enviado por Dios”. (Aparecida 103)
@ “El discípulo y el misionero promueve la dignidad del trabajador y del trabajo, el justo reconocimiento de sus derechos y de sus deberes, y desarrollan la cultura del trabajo y denuncian toda injusticia”. (Aparecida 121)
@ “El discípulo misionero, a quien Dios le encargó la creación, debe contemplarla, cuidarla y utilizarla, respetando siempre el orden que le dio el Creador”. (Aparecida 125)
@ “Como discípulos y misioneros, estamos llamados a intensificar nuestra respuesta de fe y a anunciar que Cristo ha redimido todos los pecados y males de la humanidad”. (Aparecida 134)
@ “Todo discípulo es misionero, pues Jesús lo hace partícipe de su misión, al mismo tiempo que lo vincula a Él como amigo y hermano”. (Aparecida 144)
@ “Discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva”. (Aparecida 146)
@ “El discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro”. (Aparecida 146)
@ “El discípulo misionero ha de ser un hombre o una mujer que hace visible el amor misericordioso del Padre, especialmente a los pobres y pecadores”. (Aparecida 147)
@ “La oración diaria es un signo del primado de la gracia en el itinerario del discípulo misionero. Por eso, “es necesario aprender a orar, volviendo siempre de nuevo a aprender este arte de los labios del Maestro”. (Aparecida 255)
@ “María es la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo y formadora de misioneros. Ella, así como dio a luz al Salvador del mundo, trajo el Evangelio a nuestra América”. (Aparecida 269 )
@ “El discípulo participa en la vida de la Iglesia y en el encuentro con los hermanos, viviendo el amor de Cristo en la vida fraterna solidaria”. (Aparecida 278)
@ “El discípulo, a medida que conoce y ama a su Señor, experimenta la necesidad de compartir con otros su alegría de ser enviado, de ir al mundo a anunciar a Jesucristo, muerto y resucitado, a hacer realidad el amor y el servicio en la persona de los más necesitados, en una palabra, a construir el Reino de Dios”. (Aparecida 278)
@ “El discípulo y misionero, movido por el impulso y el ardor que proviene del Espíritu, aprende a expresarlo en el trabajo, en el diálogo, en el servicio, en la misión cotidiana”. (Aparecida 284 )
@ “Ser discípulo es un don destinado a crecer. La iniciación cristiana da la posibilidad de un aprendizaje gradual en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesucristo”. (Aparecida 291)
@ “Los discípulos misioneros de Jesucristo tenemos la tarea prioritaria de dar testimonio del amor a Dios y al prójimo con obras concretas”. (Aparecida 386)


@ “Los cristianos, como discípulos y misioneros, estamos llamados a contemplar, en los rostros sufrientes de nuestros hermanos, el rostro de Cristo que nos llama a servirlo en ellos: los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo”. (Aparecida 393)

Todos estamos llamados a ser discípulos:
Todos, dentro de nuestras posibilidades, podemos sumarnos a esta tarea grandiosa de anunciar a Jesucristo hasta los confines de la tierra. La Iglesia actual brinda distintas posibilidades para encauzar las inquietudes misioneras de religiosos y laicos.

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